Mónica Deutsch reflexiona sobre la invención del futuro a partir de la observación del plateado, ese que se usa para representar el futuro distante y tecnológico de las compañías publicitarias, en específico en el cine de Hollywood, el cine de ficción con gente de plata brillante, el espacio exterior, máquinas y naves espaciales. Un futuro que nos contaron y que parece ya estar aquí, un mundo de robots, donde lo individual y lo interior no tienen cabida, pantallas brillantes, teléfonos inalámbricos, texturas iridiscentes.
¿Cómo es que podemos sobrevivir en un mundo en donde el pensamiento ha sido homogeneizado? Vivimos la dictadura del futuro que nos contaron, encerrados, vulnerabilizados, sometidos por un sistema que no nos ve y que nos repite constantemente que se tiene que ser cada vez mejores, más brillantes, más caros. Con la humanidad al filo de olvidar el pensamiento individual solo unos cuantos podrán sobrellevar la situación.
Para salvarse, Mónica toma un pedazo de tela plateada futuro y lo usa como soporte para hacer una composición de objetos provenientes de su propia cotidianidad; los recuerdos y la memoria sólo son posibles desde la historia personal.
¿Cómo combatir el poder? Siendo uno mismo una y otra vez, recordando quienes somos. La realidad es ficción y la ficción es verdad.
La clausura de esta exposición se celebró con un performance en el cual la sala fue intervenida por la artista así como los espectadores de la exposición.